.jpg)
El lunes, la Knesset israelí aprobó un proyecto de ley que prohíbe a la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) trabajar en Israel, a pesar de la objeción de Estados Unidos y las Naciones Unidas.
Los representantes aprobaron el proyecto por una mayoría de 92 votos contra 10 votos en contra, después de años de duras críticas israelíes a la UNRWA, que han aumentado desde el inicio de la guerra en Gaza tras la inundación de Al-Aqsa el 7 de octubre del año pasado.
En este contexto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que los empleados de la UNRWA deben rendir cuentas por lo que describió como “actividades terroristas” contra Israel.
En una publicación en la plataforma X, Netanyahu también dijo que la ayuda humanitaria sostenible debe seguir estando disponible en Gaza “ahora y en el futuro”.
Por su parte, la UNRWA condenó la decisión y la calificó de "escandalosa".
La portavoz de la UNRWA, Juliette Touma, dijo en una declaración a la Agence France-Presse: "Es indignante que un estado miembro de las Naciones Unidas trabaje para desmantelar una agencia de las Naciones Unidas que también es el mayor interviniente en la operación humanitaria en Gaza".
A su vez, Estados Unidos expresó el lunes “profunda preocupación” por el proyecto de ley que prohíbe la UNRWA, como dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller: “Hemos dejado claro al gobierno de Israel que estamos profundamente preocupados por esta legislación propuesta”, destacando el papel “crítico” que desempeña la agencia en la distribución de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza.
