El Director General de la Oficina de Información del Gobierno en la Franja de Gaza, Ismail Al-Thawabta, dijo que existe una necesidad urgente de realizar miles de operaciones quirúrgicas, pero no se dispone de los suministros y capacidades mínimos, a la luz de la ocupación israelí que impide, por 200 días consecutivos, la entrada de bienes, productos básicos y suministros médicos en la gobernación del norte de la Franja de Gaza.
Al-Thawabta destacó, en declaraciones a los medios de comunicación el jueves, que la situación en el norte de la Franja de Gaza es catastrófica “en todos los sentidos de la palabra”, mientras la ocupación continúa su guerra genocida cometiendo más crímenes y masacres contra civiles palestinos.
Manifestó que los hospitales que quedan en funcionamiento no tienen capacidad para recibir un gran número de heridos, ante el agotamiento por la enorme presión a la que ha estado expuesto el personal médico desde el primer día de la agresión hace un año, además a la disponibilidad de insumos médicos para ayudar en el proceso de primeros auxilios a los heridos y lesionados.
Señaló que “es necesario realizar más de 100.000 operaciones quirúrgicas para los heridos en el norte de la Franja de Gaza”.
Al-Thawabta denunció el silencio de la comunidad internacional sobre lo que está sucediendo en el norte de la Franja de Gaza y añadió: “Estamos haciendo sonar la alarma y diciéndole a la comunidad internacional que debe intervenir”.
Llamó al Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional a presionar por todos los medios a la ocupación israelí para detener el genocidio al que son sometidos los civiles en Gaza desde hace un año, en el que fueron asesinados niños y mujeres.
Las fuerzas de ocupación israelíes continúan su incursión en la gobernación septentrional de la Franja de Gaza, donde la ocupación ha lanzado un ataque masivo contra las zonas de Beit Hanoun, Beit Lahia y Jabalia durante más de 50 días consecutivos, e impuesto un estricto asedio a las zonas de la el norte de la Franja de Gaza y procedió a expulsar a 120.000 ciudadanos de sus hogares por la fuerza y amenazas de armas y de muerte.
El norte de la Franja de Gaza sigue sufriendo condiciones difíciles, a la luz de la escasez de agua potable, medicinas y suministros de alimentos, y la imposibilidad de la entrada de ayuda, en medio de continuos bombardeos aéreos y de artillería, demoliciones y operaciones de bombardeo en la región, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria.
Con el apoyo estadounidense, desde el 7 de octubre, la ocupación israelí ha estado librando una guerra devastadora en Gaza que ha dejado a más de 146.000 palestinos martirizados y heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres, y más de 10.000 desaparecidos, en medio de una destrucción masiva y una hambruna mortal.
Con desdén por la comunidad internacional, Israel continúa la guerra, ignorando la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de detenerla inmediatamente y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia de tomar medidas para prevenir actos de genocidio y mejorar la catastrófica situación humanitaria en Gaza.