❞En una Franja de Gaza sitiada y sofocada bajo los escombros, la sed ya no es sólo un sufrimiento diario, sino una amenaza existencial para la vida de los residentes. Gaza, asolada por una guerra desde hace más de un año y medio, se enfrenta actualmente a una de las crisis humanitarias más graves de su historia después de que las autoridades de ocupación israelíes cortaran el suministro casi total de agua, en un flagrante incumplimiento de todas las normas y acuerdos internacionales.
│Diario Al-Quds Libération❞صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
En medio de una infraestructura destruida, plantas de desalinización colapsadas y escasez de combustible, el acceso al agua se ha convertido en un desafío diario para más de dos millones de personas.
"La sed es un arma en Gaza". El ejército de ocupación israelí corta el flujo de agua de la compañía israelí "Mekorot" a la Franja de Gaza, cortando efectivamente el 70% del suministro total de agua.
No se trata sólo de una crisis de servicios, sino del cuadro completo de una tragedia planeada para acabar con la vida desde su raíz.
Focalización sistemática de la infraestructura hídrica
La Franja de Gaza sufre una crisis hídrica sin precedentes después de que la ocupación israelí cortara el principal suministro de agua, desactivara plantas de desalinización e impidiera la entrada de combustible y ayuda. El acueducto de Mekorot, que abastece el 70% de las necesidades de agua de la ciudad de Gaza, fue cerrado deliberadamente después de pasar por el barrio de Shuja'iyya, en el este de la ciudad. Las redes de agua y los pozos también han sido destruidos por los constantes ataques aéreos, lo que ha provocado un colapso casi total de la infraestructura hídrica.
Después de que la ocupación destruyera más del 85% de sus instalaciones, las plantas de desalinización de agua en la Franja de Gaza están dejando de operar gradualmente debido al bloqueo israelí y la paralización de las importaciones de combustible, lo que deja a los residentes enfrentando grandes dificultades para mantener a raya el espectro inminente de la sed.
La ocupación no se limitó a cortar el suministro, sino que atacó deliberadamente instalaciones vitales y redes de distribución, haciendo que el suministro de agua fuera una tarea casi imposible.
La cuota de agua per cápita se desploma
Los informes oficiales palestinos indican que la cuota de agua per cápita ha disminuido de 84,6 litros por día antes de la guerra a sólo entre 3 y 15 litros en la actualidad, una cantidad que no cubre el nivel mínimo de supervivencia.
Las cantidades actualmente disponibles no superan entre el 10 y el 20% de las necesidades del sector y dependen de la disponibilidad de combustible para operar pozos limitados y plantas de desalinización. La grave escasez de agua ha obligado a los residentes a hacer largas filas para obtener cantidades limitadas, mientras que las escenas de agua transportada en tanques primitivos se han convertido en una realidad diaria para más de dos millones de personas.
La municipalidad de Gaza advierte y lanza llamamientos urgentes
La Municipalidad de Gaza confirmó que la línea Mekorot, que pasa por la parte oriental del barrio de Shuja'iyya, ha dejado de funcionar como resultado de la incursión militar israelí. El municipio señaló que se está comunicando con las autoridades pertinentes para intentar localizar e inspeccionar la línea en preparación para su reanudación.
El municipio llamó a los residentes a conservar agua y anunció la distribución de cantidades limitadas a través de camiones y cisternas móviles en cooperación con comités vecinales y propietarios de pozos privados.
También destacó que está haciendo todo lo posible para proporcionar la cantidad mínima de agua a pesar de los recursos limitados y la agresión constante.
Daños extensos a las instalaciones de agua y saneamiento
Las estadísticas indican que 39 pozos fueron completamente destruidos, 93 pozos fueron severamente dañados y sólo el 17% de los 284 pozos de agua subterránea ya no están operativos.
El 67% de las instalaciones de agua y saneamiento quedaron destruidas y el 80% de los equipos municipales, incluidas bombas de agua y equipos de tratamiento, quedaron fuera de servicio.
Con el 95% de las plantas de desalinización internacionales cerradas debido a cortes de energía, el acceso al agua potable se ha convertido en un desafío existencial en la Franja de Gaza, amenazando con un colapso sanitario generalizado.
Advertencia de desastre humanitario
La relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, afirmó que el corte de electricidad significaría un cierre completo de las plantas de desalinización, amenazando con un genocidio. Mientras tanto, organizaciones internacionales como Human Rights Watch y Oxfam acusaron a la ocupación de utilizar el agua como arma de guerra al privar a la población del mínimo requerimiento humano para la supervivencia, que oscila entre 15 y 20 litros diarios, según la Organización Mundial de la Salud.
La sed está matando a nuestros niños
Miles de habitantes se vieron obligados a utilizar agua de mar para lavarse y bañarse, y algunos intentaron desalinizarla mediante métodos primitivos como la evaporación con leña, con escasos resultados.
Las escenas de camiones cisterna sin esterilizar y largas colas para llenar tanques destartalados describen vívidamente un desastre humanitario que amenaza a toda la Franja de Gaza, sin perspectivas de un futuro mejor y sin una intervención internacional efectiva hasta la fecha. El bloqueo actual, junto con la prevención del ingreso de equipos pesados y materiales de construcción, está obstaculizando cualquier intento de restaurar las redes de agua restantes y aumentando la probabilidad de brotes de enfermedades a medida que aumentan las temperaturas y la densidad de población debido a los desplazamientos repetidos.